En la ciudad de Damasco, capital de Siria, la guerra entre las fuerzas del Gobierno y las facciones rebeldes, que dura ya tres años, sigue sin dar tregua.
Mientras tanto, los habitantes de esta país destrozado por la guerra deben hacer frente a adversidades cada vez mayores, incluido el crecimiento del mercado negro del agua potable, disparado por la alarmante escasez del agua.
La escasez de agua en Siria tuvo una gran difusión en todo el mundo a principios de año, cuando los medios de comunicación informaron del corte de dos estaciones de bombeo de agua que abastecían la ciudad siria de Alepo. Según el diario The Independent, la escasez de agua comenzó cuando los rebeldes, que controlan las principales estaciones de bombeo de Alepo, intentaron mantener el flujo de agua dentro de sus zonas al este de la ciudad y evitar que llegase a la zona oeste, controlada por el Gobierno.
Tras la crisis de Alepo, que se solucionó posteriormente, en la actualidad se ha empezado a informar de una falta de agua más generalizada en Siria, derivada de causas naturales. En junio, el World Policy Institute (Instituto de Política Mundial) con sede en Nueva York, publicó un artículo de Ahmad al-Dimashqi/al-Tal de Syria Deeply, que describía el sufrimiento al que deben hacer frente las personas civiles por la falta de agua en el país.
El invierno pasado fue uno de los más secos en Siria desde hace años, lo que contribuyó a expandir la escasez de agua potable. Los cortes de energía agravaron aún más esta situación, ya que muchas de las bombas necesarias para mantener el flujo de agua quedaron fuera de servicio por sabotajes o por incendios.
Según el artículo, el tráfico de agua dentro del mercado negro sirio se está disparando y obligando a los residentes a pagar precios muy elevados por recipientes que a menudo están contaminados. Por su parte, los oficiales han informado de que la escasez continuará hasta el invierno.
Para la mayor parte de la ciudadanía, esta falta de agua ha supuesto que las habituales tareas diarias, como cocinar o bañarse, se hayan convertido en una dura prueba.
Para otros, ha dado pie al inicio de una nueva forma de comercio del agua. En concreto, han surgido de pronto por todo el país empresas pequeñas que proporcionan agua a través de tanques accionados por generadores montados en automóviles.
Estos tanques móviles son proveedores de los establecimientos de agua en Damasco y, según los residentes de la ciudad, este sistema ha supuesto que el precio que los consumidores ordinarios deben pagar por el agua se duplique.
Puede seguir leyendo más información sobre la crisis del agua en Siria aquí:
http://www.independent.co.uk/news/world/middle-east/syrian-rebels-cut-off-water-to-aleppo-in-botched-attack-on-regime-areas–and-manage-to-create-shortage-in-their-own-strongholds-9358685.html
http://www.worldpolicy.org/blog/2014/06/12/water-syrias-booming-black-market