Ahorros considerables en Texas

Ahorros considerables en Texas

Una pequeña empresa pública mejora drásticamente su rendimiento con una tecnología innovadora.

Foto Terry Halsey

LUMBERTON se parece a cualquier ciudad pequeña americana, con una torre de agua con un cartel donde se indica el nombre de la ciudad que se divisa desde el campo de fútbol local. Pero lo que hace diferente a esta comunidad tejana no se puede ver. Gracias a las bombas N y a otras mejoras, el Distrito Municipal de Servicios Públicos de Lumberton (MUD) ha aumentado la eficiencia energética más de un 23% desde el 2003.

“Hemos crecido en el número de estaciones,” comenta el jefe de operaciones, Robb Starr. “Hemos crecido un 38% en fuerza y en realidad hemos reducido el consumo de energía un 34%”. Actualmente, un poco más de la mitad de los 24.000 usuarios viven en entornos rurales. El área de servicio del MUD cubre 63 millas cuadradas (164 km2 ) con 325 millas (524 km) de tuberías de varios tamaños y unas 60 estaciones de bombeo.

“Este es un ejemplo excelente de los beneficios que se obtienen con una eficiencia sostenida”, comenta Stefan Abelin, director de marketing de aplicaciones y grandes bombas, al referirse a la idea de que el sistema hidráulico de auto-limpieza es fundamental para mantener el rendimiento de la bomba en el tiempo. “La mayoría de las empresas no hacen estas mediciones. Asumen que el rendimiento coincidirá con la curvas de ren- dimiento, pero éstas se basan en agua limpia.”

Ya en el 2001 una evaluación del MUD reveló múltiples problemas. Los sistemas de bombeo entre 10 y 15 años eran ineficientes, poco fiables y difíciles de solucionar. La combinación era costosa, lo que aumento el tiempo de inactividad y las quejas de los clientes.

Para solucionar estos problemas, la empresa estandarizó su equipo y mejoró sus tecnologías y esquemas de control. Con la ayuda del distribuidor Hahn Equipment, con sede en Houston, la empresa instaló una serie de bombas N de Flygt. Esto llevó a una reducción drástica de las reparaciones eléctricas porque las bombas no se sobrecalientan, no tienen desequilibrios de corriente ni se atascan.

“Son realmente buenas”, dice Starr. “Todavía no hemos encontrado bombas mejores”. Comenta Abelin, de Xylem: “Durante diez años hemos perfeccionado la tecnología de las bombas N. Los clientes se benefician porque hay escasos atascos y son más eficientes en términos energéticos. Sabemos por las pruebas de campo que con la mejora de las bombas N se ahorra de un 20 a un 30% de energía. De hecho, en ciertos mercados, se garantizan ahorros del 25%.”

Otras mejoras incluyen los transductores de nivel y las válvulas de control y de alivio. Los dos últimos impulsan el rendimiento del bombeo al garantizar que el agua sea bombeada sólo una vez y que el aire no quede atrapado en la red de tuberías. En cuanto a los transductores de nivel, se ha demostrado que es muy útil usar el nivel del agua como parámetro de control junto con un programa de bombeo por hora.

Con esta estrategia de control, la bomba con el menor número de horas es la próxima en funcionar. Por consiguiente, el número de arranque de una bomba indica su efectividad al mover el agua. Por ejemplo, si una de las dos bombas en la misma estación tiene la mitad de arranques que la otra, entonces se esta bombeando la mitad y es menos eficiente. Starr sigue la pista de los datos de los arranques y los utiliza en conjunción con los datos de energía, detectando así los problemas a tiempo. Así el mantenimiento puede programarse convenientemente, y no sólo como respuesta a las emergencias.

Starr apunta que la expansión continua de la empresa de servicio presenta un desafío, ya que no todo se puede optimizar a la vez. Un desequilibrio entre la capacidad de las tuberías y el tamaño de la bomba, por ejemplo, puede conducir a flujos de agua mayor pero con un coste energético mayor, una situación en la que la eficiencia de la bomba N de Flygt es especialmente valiosa.

Los funcionarios creen que el mantenimiento anticipado y la prevención de los problemas se verán recompensados. Como responsable de MUD, Roger Fussell comenta: “Esperamos que dentro de 20 años regrese y vea las mismas bombas Flygt de las que hemos estado hablando hoy, será porque las hemos cuidado”.

por Hank Hogan