Glencore-Xstrata es una de las muchas operaciones mineras activas en la cuenca de Sudbury, ubicada en el norte de Ontario. En la mina Nickel Rim South de la compañía, bombear agua de un estanque a una fundición es parte clave de las operaciones. Sin embargo, las vibraciones en las bombas estaban generando altos costos de mantenimiento y tiempo de inactividad. Con las bombas de turbina vertical de Xylem, la compañía dispone ahora de una solución eficiente y sin problemas.
Localizada a 15 kilómetros de Sudbury, la mina Nickel Rim South de Glencore-Xstrata es actualmente la operación minera más grande de la cuenca. La producción del yacimiento empezó en 2007, siendo el níquel el principal mineral extraído en el yacimiento subterráneo.
La cuenca propiamente dicha se formó hace más de 1,8 millones de años, cuando cayó un meteorito que creó el segundo mayor cráter por impacto de meteorito en la Tierra, de 62 kilómetros de largo, 30 kilómetros de ancho y 15 kilómetros de profundidad. Esto tuvo como resultado un cráter lleno de metales como el níquel, cobre, zinc, oro y plata a partir de la roca fundida de abajo.
Estos metales no fueron descubiertos sino hasta 1883, cuando las voladuras y excavaciones para la construcción del ferrocarril Pacífico Canadiense revelaron altas concentraciones de níquel y depósitos de cobre cerca del borde de la cuenca de Sudbury. Hoy, el área de Sudbury tiene una de las concentraciones más altas de minas de producción en el mundo.
El desafío
A fines de 2013, la mina South enfrentó el desafío de bombear agua recuperada desde su estanque Nickel Rim South Moose hasta su fundición remota. Las bombas previamente instaladas tenían un elevado costo de mantenimiento y eran poco fiables por las vibraciones en la instalación. La falta de soporte local hizo también problemática la adquisición de repuestos, lo que llevó a un prolongado tiempo de inactividad para las bombas.
El personal de operaciones de la mina estaba buscando opciones y se dirigió a la sucursal local de Xylem en Sudbury para ver lo que podía ofrecer como alternativa a las bombas ineficientes y costosas.
El desafío significó no solo desarrollar una solución capaz de bombear el agua recuperada a más de 13,7 kilómetros de distancia hasta la fundición principal de níquel, sino también superar 40 psi de altura manométrica. Además, la solución propuesta debía ser lo suficientemente buena como para hacerle frente al desgaste natural provocado por la operación de 24 horas al día, siete días a la semana, del sistema de bombeo.
La solución Xylem
Después de un minucioso examen de lo que estaba causando los problemas de vibración y las dificultades de mantenimiento de la bomba, la solución Xylem propuesta consistió en una bomba de turbina vertical VIT de Goulds Water Technology (Modelo VIT-FFFM TAMAÑO 12CHC: 4 ETAPAS con descarga, columna y taza en acero inoxidable 316) accionada por un motor de eficiencia premium de 100 Hp.
Para los problemas de vibración se recurrió a modificaciones de la instalación, que incluyen cambios a la base de concreto y la placa de base. Una vez realizada la modificación, la bomba de turbina vertical fue colocada en el pozo y asegurada. Se acordó un período de prueba para verificar la capacidad de la bomba de turbina de resistir a las exigentes condiciones.
Bombeo constante y sin preocupaciones
En un principio, se hizo funcionar la bomba de turbina vertical VIT durante un período de dos meses. La bomba funcionó constantemente para suministrar agua de proceso a la fundición de níquel, logrando el flujo deseado sin problemas de mantenimiento ni servicio a domicilio. La tranquilidad lograda con la bomba Xylem instalada llevó a la mina a incorporar otras dos bombas que ofrecieran flujo adicional y respaldo.
El sistema final se compone de dos bombas en servicio, con una bomba en modalidad de espera. Dado que el sistema de bombeo contaba con el soporte de la sucursal local de Xylem en Sudbury, se minimizaron también las inquietudes relacionadas con el mantenimiento al saber que el soporte llegaría en cuestión minutos en caso de que se necesitara repuestos o mantenimiento de rutina. El encargado de la mina, Rodney Withers, estuvo encantado con los resultados y comentó que “las bombas prácticamente no generaban preocupaciones y susurraban suavemente”.