La planta de fabricación de Xylem en Emmaboda (Suecia) se puso en marcha hace más de 100 años, en forma de un pequeño taller y una fundición. Hoy en día, clientes de todo el mundo se acercan a recorrer sus modernas instalaciones y ver en acción las bombas u otras soluciones solicitadas. Impeller visitó recientemente la planta y contó con las explicaciones de los guías Jerry Cederholm y Karin Ohlsén.
“Muchas de las personas que se acercan a visitarnos son clientes que están trabajando en proyectos de mayor envergadura como, por ejemplo, plantas de tratamiento de aguas residuales, estaciones de bombeo o proyectos de riego”, nos explica Jerry Cederholm, director de Proyectos de Comunicación Interna de Xylem. “Los visitantes vienen para presenciar las pruebas y comprobar que la solución que van a comprar funciona según sus expectativas. En los grupos de visita hay personas de todo tipo, desde presidentes de empresa hasta personal encargado del servicio técnico de las bombas”.
Los inicios de las bombas Flygt
Las personas que llegan para visitar la planta, después de haberse colocado el chaleco de seguridad y las botas de caucho con punta de acero, suelen comenzar su recorrido por el edificio que se conoce como “la antigua fábrica”. En 1901, Peter Alfred Stenberg adquirió aquí una fundición y un taller con el fin de fabricar equipos y moldes para las fábricas de vidrio de la zona. Poco después, en 1929, el ingeniero Hilding Flygt se asoció con la empresa de Stenberg para empezar con la fabricación de las bombas.
Cederholm de pie en el exterior del edificio conocido como “la antigua fábrica”.
“Una de las razones por las que trabajar con Xylem es una buena idea es que tenemos una larga historia”, nos explica Cederholm. “En la celebración de nuestro centésimo aniversario, hablamos del modo en que pervive el espíritu de la antigua empresa y de cómo esa ha sido una de las razones de nuestro éxito”.
Visitantes de todo el mundo
Cederholm trabaja actualmente en los servicios de atención a las visitas pero también trabajó durante seis años en la fundición de la planta y construyó bombas en la línea de producción, además de hacer labores de guía. Aunque todos los guías de la planta tienen otras responsabilidades importantes, cada uno de ellos se encarga de guiar entre tres y cuatro recorridos al año.
Un empleado de Xylem montando una bomba Flygt de tamaño medio.
“Realmente disfruto haciendo de guía y conociendo a personas de todo el mundo”, nos cuenta Cederholm. “En una ocasión vino un grupo de personas de Arabia Saudí que nunca había visto un manzano de verdad y fue fascinante. Por supuesto, también opinaban que en Suecia hacía frío y el paisaje era oscuro, pero siempre y cuando se marchen con la sensación de que la planta está limpia y organizada, de que la gente es amable y la comida está rica, considero que yo he hecho mi trabajo”.
De hecho, en Emmaboda son habituales las visitas procedentes del extranjero ya que el 98 por ciento de los productos que se fabrican en la planta son para exportaciones. Xylem se ha convertido en líder mundial de tecnología hídrica, con negocios en 150 países de todo el mundo y 12.500 empleados. La planta de Emmaboda también se ha convertido en una de las empresas más grandes de la región, con una plantilla formada por 1.100 trabajadores y trabajadoras, aproximadamente.
Karin Ohlsén durante una visita guiada por la planta.
“Muchas de las personas que visitan la planta se sorprenden de lo limpio que está el aire, teniendo en cuenta que hay una fundición en las instalaciones”, nos comenta Cederholm. Y añade: “Los asuntos medioambientales son una de las principales prioridades de la planta. Controlamos atentamente nuestras emisiones y empleamos aceites, pinturas y resinas respetuosas con el medio ambiente”.
Mejora continua de los procesos
“Es importante que las personas que nos visitan vean que estamos comprometidos con la mejora continua de nuestros procesos”, explica Karin Ohlsén, que trabaja como directora de Proyectos de viabilidad de fabricación y soporte en las operaciones, además de como guía de Xylem. “Gracias a nuestras prácticas de fabricación optimizadas, tenemos posiciones distribuidas por toda la planta desde las que diariamente la dirección puede obtener un rápida visión general de la producción, que abarca planificaciones, materiales y cualquier desviación”.
Las pantallas colocadas en la planta muestran los objetivos y los resultados de producción.
Los empleados de la planta también participan en los grupos de mejora, que revisan regularmente los procesos en busca de modos de incrementar su eficiencia. “Xylem tiene un historial de mejora continua”, informa Ohlsén. “Mediante la organización actual de nuestro trabajo, sentamos los cimientos para conseguir nuevas mejoras en el futuro”.
Como directora de Proyectos de viabilidad de fabricación y soporte en las operaciones, las funciones de Ohlsén incluyen analizar el modo y las posibilidades de fabricación de los nuevos diseños e inventos. “Una de las fortalezas de Xylem es su capacidad para ofrecer soluciones completas a sus clientes”, explica. “Y, desde luego, no vamos a quedarnos de brazos cruzados por nuestro éxito. La cultura de nuestra empresa consiste en impulsar la innovación”.
Karin Ohlsén, guía de Xylem y directora de Proyectos de viabilidad de fabricación y soporte en las operaciones.