La empresa de suministro de agua de Ardea, un próspero destino vacacional costero cerca de Roma, ha elegido el sistema de ozono Wedeco de Xylem para hacer frente a su creciente necesidad de purificación. Además, descubrió que el sistema reduce prácticamente a la mitad la producción de lodos de la planta de tratamiento, lo que supone un considerable ahorro en costes de eliminación de residuos.
La amplia zona costera entre Anzio y Pomezia, próxima a Roma, ha sido desde hace tiempo un popular destino de vacaciones para los residentes en la capital. La disponibilidad de terreno asequible ha favorecido un boom de la construcción de segundas residencias en esta región durante las últimas décadas. Como suele suceder, el rápido desarrollo no fue acompañado en la misma medida por el crecimiento de la infraestructura local y, hasta hace 15 años, la mayor parte de los edificios de la zona no estaban conectados a sistemas de alcantarillado.
Sin embargo, la localidad de Ardea tomó la iniciativa llevando a cabo un impresionante plan de desarrollo que incluía la creación de un vasto servicio de tratamiento de aguas. La municipalidad confió dicha tarea a Idrica, una empresa de servicios públicos que asumió gradualmente la gestión completa del servicio integral de aguas, construyendo una planta de tratamiento de aguas residuales capaz de dar servicio a 72.000 residentes durante todo el año.
Idrica se vio en la necesidad de optimizar la eficiencia,tanto en materia de servicio como de consumo de energía, algo bastante complejo porque el crecimiento de la población aumentó la carga de la planta un 25% por encima de lo esperado. El director técnico de la planta comenzó a buscar una solución para reducir el impacto sobre el medio ambiente (algo fundamental teniendo en cuenta que el vertido de lodos al mar puede perjudicar al importante sector turístico de la localidad) y también para reducir los costes asumidos por los usuarios.
Un problema persistente, una nueva solución
Con el aumento de hogares y negocios conectados al sistema, Idrica hubo de enfrentarse a otra dificultad creciente: los lodos. La deshidratación centrífuga conseguía eliminar la mayor parte de la humedad, pero la planta purificadora seguía produciendo tres mil toneladas de lodo al año, y su eliminación tenía un coste de más de 130 € por tonelada. Esta era una carga demasiado pesada para la rentabilidad de la empresa, por lo que Idrica decidió cambiar a un sistema de tratamiento de residuos por ozono para reducir la producción de lodos.
En teoría, la producción y el uso de ozono es relativamente simple. Las moléculas de oxígeno (O2) se descomponen en átomos individuales haciéndolas pasar a través de dos electrodos de potenciales diferentes. A continuación, estos átomos se reagrupan formando moléculas triatómicas (O3), es decir, ozono. Cuando éste entra en contacto con otras moléculas, puede romper sus enlaces químicos, descomponiéndolas y facilitando así su tratamiento. Para lograr la máxima eficacia de este proceso en el tratamiento de aguas residuales, el ozono ha de introducirse en forma de diminutas burbujas, lo que favorece el contacto entre el gas y el agua. Tras este proceso de oxidación, la mayor parte del ozono se descompone de forma natural y se reagrupa en forma de oxígeno. El ozono residual en estado gaseoso aún presente puede recuperarse y volver a utilizarse en el proceso, evitando así todo riesgo de contaminación atmosférica.
Sin embargo, los sistemas de mezcla y contacto han de ser capaces de realizar ajustes específicos para el tamaño de las microburbujas, la presión y la profundidad del tanque. En el mercado internacional existen muy pocas empresas capaces de proporcionar la especialización y el soporte técnico necesarios. Por ese motivo, Idrica se puso en contacto con su conocido proveedor de sistemas de bombeo, Xylem, para probar uno de sus sistemas Wedeco de tratamiento por ozono.
Ver para creer
Una vez realizado un estudio de las necesidades de Idrica, los especialistas de Xylem instalaron un sistema piloto preconfigurado que estuvo en funcionamiento en la planta durante seis meses, es decir, el tiempo necesario para evaluar su eficacia en diferentes estaciones del año. Como se lograron resultados positivos desde el primer momento, el director técnico de la planta pudo convencer a la dirección de la empresa para seguir adelante. El sistema de ozono SMOevo de Wedeco entregado a continuación, se había preparado previamente, lo que redujo al mínimo el periodo de inactividad y el tiempo necesario para las certificaciones.
Un año después de la instalación, Idrica pudo comprobar que la cantidad de lodo que la planta había de depositar en vertederos se reducía en un 43%, es decir, casi 1.300 toneladas, lo que supone un ahorro de más de 170.000 euros al año.
Además, se han registrado otros beneficios en materia de costes, así como una drástica reducción de la cantidad de bacterias filamentosas. En el pasado, los operarios de la planta tenían que dedicar 10 horas diarias a la retirada de lodos; ahora, sin embargo, sólo le dedican 16 horas semanales, lo que permite a Idrica dedicar sus recursos a otras actividades.
El resultado más esclarecedor de esta instalación se percibe al observar las cuentas. Un vistazo a las cifras muestra que se ha recuperado toda la inversión en sólo dos años, con beneficios significativos tanto en términos económicos como medioambientales.