Los limones son uno de los productos sicilianos más conocidos. La empresa Eurofood de Sicilia es líder mundial en la fabricación de jugo de limón, con una producción de 22 toneladas por día. Para asegurarse de que sus residuos se desechen adecuadamente, la empresa cuenta actualmente con una planta de tratamiento de aguas residuales sostenible que utiliza tecnología de Xylem eficiente desde el punto de vista energético.
Dada la elevada capacidad de producción de Eurofood, la compañía necesitaba hallar una manera inteligente de tratar los más de 3000 metros cúbicos de aguas residuales que produce por día. Como puede imaginarse, las aguas residuales tienen un alto nivel de acidez, lo que no puede ser manejado por la planta de tratamiento de la comuna de Capo D’Orlando, donde se localiza Eurofood. Dado que el sistema de la comuna está diseñado para 30 000 personas, y ya está sobrecargado en el verano, Eurofood necesitaba encontrar otra solución.
Además, la compañía deseaba mantener sus elevados estándares ambientales. Giuseppe Ingrillì, el último descendiente de la familia que fundó la compañía, y actual jefe de ventas, explica: “El medio ambiente es parte de nuestra filosofía. Nosotros provenimos de una familia de agricultores, y sabemos que solo cuidando del medio ambiente es posible tener árboles que produzcan el cítrico que nos ha hecho únicos en el mundo”.
Una planta de tratamiento de última generación
Eurofood se propuso construir una planta de tratamiento que pudiera minimizar el consumo de energía durante los períodos de producción limitada y que cumpliera con todas las reglamentaciones ambientales. Las aguas residuales de la planta incluyen el agua utilizada para lavar la parte externa de los limones, limpiar el equipo y lavar y esterilizar las botellas.
Se contrató a la compañía Manutambiente para la construcción de la nueva planta de tratamiento y la adopción de las tecnologías más innovadoras y fiables ofrecidas por el mercado.
“Esto no podría haberse hecho sin el uso de las soluciones diseñadas por Xylem”, declara el propietario Francesco Ingrillì, nieto del fundador. “Xylem ofrece una gama completa de tecnologías para el tratamiento de las aguas residuales, algunas de las cuales ya habíamos adoptado. Valoramos la calidad técnica y el soporte local de Xylem”.
Primera etapa del tratamiento: disminución de la acidez
En la primera etapa del tratamiento, todas las aguas residuales se traspasan a un tanque donde se equilibra la acidez. Las aguas residuales pasan además a través de una criba con el fin de eliminar los sólidos, donde se utiliza una bomba sumergible Flygt NP 3127 MT. Aunque los drenajes pueden contener fibra o trapos, el diseño libre de obstrucciones de la bomba Flygt garantiza que el proceso de tratamiento no se interrumpa.
La segunda etapa: tratamiento biológico
En la etapa de tratamiento biológico se utilizan bacterias, las mismas que necesitan un ambiente con la cantidad adecuada de acidez y oxígeno. En lugar de utilizar un solo tanque grande, para ahorrar costos y energía se utilizaron dos tanques, cada uno con una capacidad de 2500 m3.
En las fases de carga baja, las bacterias solo se hallan en uno de los tanques. Cuando se espera un aumento de la carga, las bacterias son trasladadas por una bomba sumergible Flygt NP3085 al segundo tanque. Esta bomba libre de obstrucciones está diseñada para ahorrar energía y puede manejar hasta 15 litros de fango por segundo.
Cómo mantener la cantidad adecuada de oxígeno
La etapa de tratamiento biológico puede utilizar mucha energía en comparación con las otras etapas. Las bacterias necesitan una cantidad adecuada de oxígeno a cualquier profundidad, no obstante lo cual, proporcionar demasiado oxígeno podría aumentar el uso y los costos energéticos. La actividad bacteriana también varía dependiendo del tiempo, que puede variar apreciablemente en Sicilia.
Para optimizar la oxigenación, se instaló difusores Sanitaire de Xylem en el fondo de cada tanque. Estos difusores producen microburbujas que distribuyen uniformemente el oxígeno por todo el fango. Los tanques también estaban equipados con un mezclador Flygt sumergido. Sus tres paletas de rotación lenta permiten que los residuos se mezclen constantemente, evitando así la acumulación de sedimentos y garantizando a la par la minimización del consumo energético.