Adhesivo innovador de adolescente resuelve desafío global del agua

Adhesivo innovador de adolescente resuelve desafío global del agua

En la actualidad, más de cuatro millones de personas utilizan la luz solar para desinfectar su agua, pero hasta hace poco no había una forma fácil de saber exactamente cuánta luz solar se necesitaba. La ganadora del Premio Juvenil del Agua de Estocolmo2019, Macinley Butson, inventó un adhesivo que cambia de color cuando se ha recibido suficiente luz ultravioleta para matar patógenos. El invento tiene el potencial de hacer que millones de personas obtengan agua limpia de forma más fácil y segura.

“El problema es que las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud se basan actualmente en el tiempo”, dice Macinley. “Dicen que hay que exponer el agua de 4 a 48 horas, lo que, como se puede imaginar, es un gran intervalo con mucho margen de error. La exposición a los rayos UV se ve afectada por cosas como en qué parte del mundo se encuentra la persona, si está soleado o nublado, qué estación del año es y la altitud”.

El invento de Macinley, llamado el adhesivo SODIS, puede colocarse sobre o cerca de botellas de plástico PET llenas de agua para medir exactamente cuánta luz UV se ha recibido. Cuando el adhesivo cambia de verde a azul oscuro, el agua está lista para usar. La producción del adhesivo cuesta menos de un centavo de dólar estadounidense.

“Mi interés por los problemas del agua comenzó cuando estaba en noveno año en clase de geografía”, dice Macinley. “Los problemas del agua en el mundo son algo que todo el mundo conoce, pero cuando tuve que investigarlo, empecé a comprender el verdadero alcance de la crisis a la que nos enfrentamos. Eso realmente me inspiró a usar mi pasión por CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) para tratar de ayudar a las personas en todo lo que pudiera”.

Macinley, de Australia y ahora de 18 años, ha estado inventando cosas desde que tenía seis años. 

“Me gusta resolver los problemas que veo a mi alrededor en ese momento, así que mi primer proyecto fue un poco autoindulgente, para ser honesta”, dice. “Cuando era niña tenía esta extraña –y ahora puedo llamarla extraña– obsesión con las gafas de sol. Creo que tenía unos 15 pares de gafas de sol a la edad de seis años, así que, por supuesto, hubo un momento en el que mi madre me dijo: ‘Ya no te compraré más gafas de sol, el dinero no crece en los árboles’. Así que me volteé hacia ella, fui muy atrevida en ese momento, y le dije: ‘Bueno, si no me vas a comprar algo, me lo haré yo misma’. Y así lo hice”.

Las gafas de sol de Macinley de seis años de edad incluían una característica adicional. Ella colocó dos polarizadores con imanes en la parte delantera de las gafas de sol, para que se pudieran girar y ajustar lo oscuras que estaban. Desde entonces ha creado proyectos de radioterapia para el tratamiento del cáncer, entrega de medicamentos para niños, eficiencia de paneles solares y protección de jardines sin el uso de pesticidas.

“Cada uno de esos proyectos ha sido inspirado por algo que me pasó a mí o algo que vi en el mundo que me rodea”, dice Macinley. “En el momento pensé, voy a tratar de dedicarme a resolver algún componente de ese problema”.

Esta es la segunda vez que Macinley ha sido finalista en el Premio Juvenil del Agua de Estocolmo. Ganó el concurso australiano en 2017 con una unidad de tratamiento de agua autosostenible. Utilizando energía solar, la unidad podría filtrar agua para que sea segura para beber, así como proporcionar agua esterilizada de calidad médica, todo embalado al estilo IKEA.

“No importa quién eres, dónde vives, de qué país eres o qué idioma hablas, el agua es el único aspecto de la vida que todos compartimos”, dice Macinley. “Tenemos que trabajar juntos para intentar resolverlo”.

Macinley planea estudiar ingeniería en la universidad y sacar al mercado su invento del adhesivo. 

“Primero que nada, quiero que este dispositivo salga a la luz y se utilice”, dice. “Quiero verlo ahí fuera ayudando a las personas para las que hice el proyecto. Hubo muchas veces en que fue muy difícil, y no creí que fuera a ser posible, pero seguí intentándolo. Cuando ahora puedo dar un paso atrás y decir,‘Wow, esto realmente podría tener un impacto’, me emociono mucho y me lleno de esperanzas”.

Sobre el Premio Juvenil del Agua de Estocolmo
El Premio Juvenil del Agua de Estocolmose otorga cada año a estudiantes de entre 15 y 20 años de edad por proyectos destacados relacionados con el agua que se enfocan en temas de importancia medioambiental, científica, social o tecnológica. Xylem ha sido el patrocinador global del premio desde su creación en 1997. En 2019, ganadores nacionales de 35 países compitieron por el premio, otorgado por un jurado internacional de científicos y profesionales del agua.