Mientras California lucha por gestionar la peor sequía en más de cien años, el agua vuelve a ser uno de los temas centrales de la agenda política y económica.
Impeller se ha puesto al día en este asunto entrevistando al doctor Peter Gleick, experto en temas relativos al agua y al clima, reconocido mundialmente. Peter Gleick es también el cofundador del Pacific Institute, una de las organizaciones no gubernamentales más innovadoras que, de hecho, lidera la investigación para descubrir de qué modo influye el cambio climático en los recursos hídricos. Le hemos preguntado al doctor Gleick qué deberían hacer los gobiernos y las empresas de servicios públicos en momentos como este para optimizar la gestión del agua.
Mientras California pelea por hacer frente a una de las peores sequías en más de cien años, el agua vuelve a ser uno de los temas principales de la agenda política y económica. En Impeller nos hemos informado sobre ello entrevistando al doctor Peter Gleick, un experto en temas relativos al agua y al clima, reconocido mundialmente. Además, Peter Gleick es también el cofundador del Pacific Institute, una organización no gubernamental que se sitúa entre las más innovadoras y lidera la investigación acerca del impacto del cambio climático sobre el agua. Le hemos preguntado al doctor Gleick qué deberían hacer los gobiernos y las empresas de servicios públicos en momentos como este para optimizar la gestión del agua.
P. ¿La sequía que se vive actualmente en California es una realidad que será habitual en el futuro ?
R. Todos esperamos que la sequía acabe cuanto antes y tengamos un año lluvioso para que los embalses –que hoy en día están por debajo de sus niveles normales– comiencen a llenarse. Sin embargo, también es lógico pensar que el cambio climático va a continuar en el futuro. No sabemos a ciencia cierta qué sucederá con las precipitaciones en California, pero de lo que sí estamos seguros es de que la demanda de agua va a seguir creciendo debido a los aumentos de temperatura, a la vez que disminuye la nieve en las montañas y se eleva progresivamente el nivel del mar.
P. ¿Se ha alcanzado ya el cénit o pico de agua en el estado?
R. En mi opinión, resulta prudente considerar que California está próxima al cénit de agua. La explicación es sencilla: no tenemos nuevas fuentes de agua con las que satisfacer la demanda. Este hecho es particularmente evidente en la actualidad ya que vivimos una de las peores sequías de los últimos tiempos, pero también sería cierto aunque fuese un año normal. Teniendo en cuenta que no podemos seguir confiando en la infraestructura actual de los embalses, presas y acueductos, es necesario que busquemos fuentes nuevas e innovadoras de suministro, además de formas diferentes de gestionar la demanda y el ahorro de agua.
P. ¿Qué acciones puede llevar a cabo California para hacer frente a esta situación?
R. En primer lugar hace falta dar respuesta a la crisis en el mediano plazo aplicando medidas de emergencia, tales como reducciones del consumo de agua. A más largo plazo, necesitamos un cambio esencial en la distribución del agua. Este cambio implica revisar los patrones de bombeo y la forma en la que se usa el agua en la agricultura y en la industria. Aproximadamente el 80 por ciento del agua que utilizamos va a parar a la agricultura, por eso es imprescindible que los agricultores aprendan a cultivar las cosechas con menos cantidad de agua, por medio del empleo de métodos tales como irrigación por goteo, rociadores con sistemas de precisión y monitores de la humedad del terreno. De la misma forma, también necesitamos modernizar la gestión de las aguas subterráneas. California, en concreto, tiene uno de los sistemas de aguas subterráneas más arcaicos del país y sobreexplota cientos de miles de millones de litros de aguas subterráneas cada año. Por último, las autoridades deberían, por un lado, considerar recolectar y usarel agua pluvial; y, por otro, optimizar el uso del agua residual tratada. Son dos recursos muy valiosos que hemos tendido a pasar por alto en el pasado.
P. ¿Qué papel pueden desempeñar las empresas de servicios públicos en la mejora de la gestión del agua?
R. Todas las empresas de agua deberían motivar a sus consumidores para que realicen un uso más eficaz del agua. Según nuestras experiencias, las personas sí responden a la convocatoria para aumentar la eficacia y, por lo general, se traduce en una reducción del consumo de entre un 10 y un 15 por ciento. Sin embargo, esta solución solo funciona a corto plazo, ya que cuando la sequía finaliza, el consumo vuelve a aumentar.
Por este motivo, las empresas de agua necesitan buscar mejoras permanentes en la eficiencia,realizando por ejemploreembolsos a consumidores que actualicen sus dispositivos y sistemas de riego para disponer de versiones más modernas y más eficientes desde el punto de vista del consumo de agua. Disminuir el tiempo de la ducha puede ser una solución a corto plazo, pero instalar una ducha de caudal reducido puede suponer un ahorro permanente de hasta ¡el 50 por ciento!
P. ¿Parte de la solución puede recaer en los precios?
R. Cuando el precio del agua es correcto, de manera que refleja su verdadero coste, las personas tendemos a utilizarla de forma más eficiente. En la época y la situación actuales, el agua debería estar controlada por medidores en todos los casos y las empresas hídricas deberían utilizar aumentos de tarifas por bloques, lo que supone un aumento de la tarifa proporcional al uso. Sin embargo, hoy en día, el 25 por ciento de las empresas de agua de California todavía ofrecen tarifas planas y el 45 por ciento no exige a sus clientes que utilicen medidores de agua. Este tipo de sistemas de precios obsoletos deberían dejar de existir en la coyuntura actual y, en su lugar, deberían impulsarse medidas eficientes, a la vez que los consumidores de grandes volúmenes de agua o aquellas personas que no reparen las fugas deberían recibir sanciones.
P. ¿Cómo convence a las personas de que vale la pena invertir en tecnología más eficiente?
R. Lo más inteligente, más rápido y más económico que podemos hacer es ayudar a los consumidores de agua a que hagan lo que desean hacer consumiendo menos agua. Aumentar la eficiencia sirve de ayuda tanto durante las sequías como durante los años en condiciones normales. La buena noticia es que las mejoras en la eficiencia tienden a rentabilizarse por sí solas en un plazo de tiempo relativamente breve. Y lo que es más importante, las mejoras en la eficiencia no solo nos permiten continuar haciendo aquello que necesitamos, sino que también protegen nuestros valiosos recursos de agua para que puedan usarlos las próximas generaciones.
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Para más información, visite el nuevo sitio web del Pacific Institute sobre la sequía de California.
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