Hayley Todesco ha competido en ferias de ciencias desde que tenía 9 años. Ahora, a los 18, ganó el Premio Junior del Agua de Estocolmo, por encontrar una manera más rápida de eliminar los ácidos tóxicos de las pozas de relaves de arenas bituminosas de su país natal, Canadá. Su solución podría reducir en forma radical el tiempo que se necesita para que ocurra la biodegradación de estos contaminantes, de cientos de años a solo un par de décadas.
Extraer petróleo de las arenas bituminosas es un gran negocio en Canadá, en especial en Alberta, de donde es originaria Hayley Todesco. Algunos de los métodos de extracción dan lugar a pozas grandes de agua cargada de contaminantes, que pueden constituir una amenaza para las aguas subterráneas, la vida silvestre y las comunidades ubicadas aguas abajo.
“Básicamente, las compañías excavan la arenas bituminosas, separan el petróleo de la arena y dejan un foso abierto”, explica Todesco. “Luego, arrojan los residuos a estos fosos gigantes, formando pozas de relaves. Lamentablemente, estos fosos no cuentan con revestimientos, lo cual causa problemas con el agua subterránea”.
La solución propuesta por Todesco para este problema se basa en una técnica de filtración de arenas que ya se ha utilizado en muchas partes del mundo para limpiar el agua potable. “Estas pozas están llenas de bacterias y contaminantes, de manera que mi proyecto consistía en tomar las bacterias que pueden sobrevivir en las pozas y hacerlas crecer muy rápidamente en estos filtros de arena”, señala. “Una vez que las bacterias crecen, pueden descomponer los residuos tóxicos de las pozas de relaves”.
Hasta la fecha, la investigación de Todesco ha producido resultados sorprendentes. “Descubrí que en una semana, las bacterias limpiaron prácticamente todos los ácidos nafténicos, que son los contaminantes principales de las pozas», afirma. «Entonces, si construimos 400 biorreactores del tamaño de una piscina olímpica en las arenas bituminosas, lo cual solo representa una fracción del tamaño de las pozas de relaves, podríamos eliminar todos los ácidos nafténicos en menos de 19 años. A través de métodos regulares, esto tomaría, en promedio, 264 años. Básicamente, se trata de eliminar en dos décadas un problema ambiental que podría durar siglos”.
Los ácidos nafténicos se disuelven en agua como parte del proceso de extracción de petróleo. “Los ácidos nafténicos son una forma de contaminación del agua que, básicamente, matan todo, excepto las bacterias: anfibios, aves y peces”, señala Todesco. “Se necesitan aproximadamente 5 partes por millón de ácidos nafténicos para matar un pez; en las pozas de relaves, la proporción es de 100 partes por millón; es decir, son extremadamente letales. Esta es la razón por la cual, al cabo de un tiempo, las plantas dejan de crecer en las pozas de relaves: queda solo una superficie de barro sólida que perdura por siglos”.
Un interés prematuro en la ciencia
El interés de Todesco por el agua surgió de su pasión por los problemas ambientales y por nadar en los lagos de British Columbia todos los veranos. “He preparado proyectos para ferias de ciencias desde que tenía nueve años; cada año escogía un problema ambiental diferente”, afirma. “En octavo grado, estaba investigando la tecnología solar; empecé a ocuparme de los problemas relacionados con el agua en noveno grado. Desde entonces, me enfoqué solo en temas relacionados con el agua”.
Empezó su proyecto de ciencias actual cuando tenía 16 años de edad, utilizando su propio dinero para comprar materiales, como bombas para baños para aves y arena para acuarios en las tiendas locales. Su investigación significó pasar muchas horas estudiando después de la escuela y trabajar durante las vacaciones escolares. “Durante dos años, pasé todas las vacaciones de primavera yendo al laboratorio de la Universidad de Calgary, así que no he tenido feriados de primavera desde los 15 años”, comenta.
La idea para su proyecto se le ocurrió al recordar un programa de su escuela primaria, en el que se recaudaba dinero para una institución benéfica que instala filtros de arena para el agua potable en los países en vías de desarrollo. “Parte del proyecto escolar consistía en tener un amigo por correspondencia en el lugar en que instalaban el filtro”, señala. “Hace dos años, encontré nuevamente a mi amiga en Facebook, mientras buscaba un proyecto, y se me ocurrió la idea de utilizar filtros de arena en las pozas de relaves, al mismo tiempo”.
Un futuro en microbiología
Después de recibir el Premio Junior del Agua de Estocolmo de Su Majestad Real la Princesa Victoria de Suecia, Todesco efectuó una visita al laboratorio de innovación de productos de Xylem, junto con los otros finalistas del premio procedentes de todo el mundo. “Es grandioso que Xylem patrocine este premio”, señala. “Me he beneficiado mucho, al igual que los demás finalistas. Es sorprendente ver las bombas en el piso de abajo”.
En la actualidad, Todesco se está especializando en microbiología en la Universidad de Alberta y planea continuar investigando su proyecto en los próximos cuatro años. Sin embargo, antes de ganar este premio, fue finalista a nivel mundial en la Feria de Ciencias de Google en el año 2014.
“Mi mamá me dijo que debía crear un sitio web para mi proyecto, ya que le dediqué tanto tiempo”, señala Todesco. “Básicamente, para la Feria de Ciencias de Google, se crea un sitio web para el proyecto, para que cualquier persona de cualquier parte del mundo pueda participar. Me eligieron como una de las treinta mejores del mundo para mi edad, y pensé que allí terminaría todo, pero hace tres semanas me eligieron entre las cinco mejores del mundo para la categoría de mayor edad.”
“En dos semanas, tendré que viajar a California y hablar con los astronautas de Google y ver si gané. Así, el próximo mes mi vida girará alrededor de princesas y astronautas. Después de participar en ferias de ciencias durante ocho años, por lo general lo único que gano es una medalla de Calgary y luego regreso a casa y me quedo allí el resto del año; pero en los últimos tiempos he visto muchos resultados… Ha sido increíble ver que mi trabajo es reconocido”.