Más de 190.000 litros de agua por minuto manan por las cascadas situadas en el nuevo World Trade Center, denominado también Freedom Tower (Torre de la Libertad), en la ciudad de Nueva York. Son los mayores saltos de agua del mundo creados por el hombre, adoptando la forma de una cascada infinita, símbolo de renovación y curación eternas.
En el emplazamiento original del World Trade Center se ha construido el National September 11 Memorial & Museum. El monumento conmemorativo se presentó al público en el décimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre 2001y el museo le fue dedicado en mayo de 2014.
Los visitantes son incapaces de alcanzar a ver el fondo de estas fascinantes cascadas. Esto forma parte del concepto ideado por los diseñadores. Se pretende que las fuentes, con casi cuatro millones de litros de agua en circulación entre ellas, representen algo infinito y sin límites.
Entre bastidores, esto se consigue con un potente sistema de bombas que desplazan el agua de dos modos diferentes: circulación y cascada. Como se explica en pump-zone.com, la alimentación procede de ocho bombas eléctricas de pozo seco centrífugas sumergibles, de 12 pulgadas y 60 CV, instaladas verticalmente. En conjunto, tienen la capacidad de liberar 120.000 litros de agua por minuto a través de cada fuente.
Cuatro bombas sumergibles adicionales suministran el agua de la cascada vertical, mientras que cuatro bombas de pozo seco eléctricas sumergibles se ocupan del desagüe de las aguas pluviales de las fuentes.
“Se trata de un proyecto muy emotivo”, afirma Jules Leibman (G.A. Fleet & Associates), quien forma parte del equipo responsable de la instalación y mantenimiento de las bombas en una extensión de 65.000 m2. “No hay nadie en Nueva York que no se haya visto afectado por los sucesos del 11 de septiembre.”
Más información sobre el sistema de bombeo del National September 11 Memorial & Museum.