El sur de la Florida, casi literalmente, se está hundiendo en aguas profundas a causa del cambio climático. Los ocho millones de habitantes de la región viven en ciudades y pueblos que, en algunos casos, tienen una elevación de unos pocos centímetros del nivel del mar. Como el nivel del mar aumenta y las mareas de tempestad empujan el agua hacia la costa, el personal del Water Management District del sur de la Florida estará entre los primeros en tener que enfrentar el problema.
El distrito, que presta servicio a 16 condados, desde Orlando hasta el final de los Cayos de la Florida, gestiona el control de inundaciones, el abastecimiento de agua, la protección ecológica y la calidad del agua. Realiza este trabajo junto con decenas de gobiernos y empresas de servicios públicos a nivel de estados, condados y localidades. En cada tarea, un equipo de ingenieros y científicos internos guían la planificación y las operaciones del distrito.
Amenazados por el aumento del nivel del agua, las tormentas y la intrusión salina
El sur de la Florida se encuentra al final de una península amenazada por el agua en tres flancos, además de la que proviene de arriba y abajo. El cielo inunda la región con más de 134 cm de precipitaciones por año, principalmente entre los meses de junio y octubre. Los huracanes avanzan por el Océano Atlántico y el Golfo de México y tocan estrepitosamente las costas.
El distrito también es responsable de los Everglades, el humedal de agua dulce más importante de los Estados Unidos, que se encuentra en peligro por el uso de fertilizantes, sustancias químicas empleadas en la agricultura, la escorrentía urbana y el agua de mar. El agua salada en el sur de la Florida penetra también en el lecho de piedra caliza para sustituir el agua dulce con la que se abastece a una población en aumento.
Un sistema de control de inundaciones de tres niveles
El Water Management District del sur de la Florida (SFWMD) es uno de los actores que conforman el sistema de control de inundaciones de tres niveles. Este incluye los principales canales de control de inundaciones construidos por el gobierno de los Estados Unidos en los años 40 y 50, los canales secundarios manejados por condados, ciudades y distritos de drenaje especial, que alimentan los canales principales y, finalmente, los sistemas terciarios que las asociaciones de propietarios de viviendas utilizan para drenar sus barrios. El sistema incluye barreras de salinidad para evitar la intrusión salina.
“No somos una sola organización que da un paso adelante”, señala Akintunde Owosina, jefe del Departamento de Hidrología e Hidráulica del SFWMD, quien supervisa la unidad de modelado del cambio climático del distrito. “Se requiere de la intervención de muchos para lograr una acción sólida que mitigue el aumento del nivel del mar. Debe haber una estrecha integración que permita plantear estrategias de adaptación efectivas”.
El Regional Climate Change Compact del sudeste de la Florida se creó como un medio de coordinar las actividades de mitigación y adaptación en las líneas de condado.
Modelos para predecir cómo se comportarán los sistemas con el aumento del nivel del mar
A medida que aumenta el nivel del mar, es importante predecir cómo será el rendimiento de los sistemas en el futuro. Parte de la cooperación del distrito con los grupos de interés “aguas arriba” consiste en compartir los resultados de su programa Flood Protection Level of Service. Este programa es una evaluación profunda de la infraestructura, que integra información de las inspecciones actuales in situ con el modelado detallado de diversas condiciones futuras, incluidos los escenarios de aumento del nivel del mar y fenómenos meteorológicos.
“El modelado te permite probar algo que no se puede probar en el mundo real”, manifiesta Owosina. “Puedes evaluar lo que ocurrirá en 50 o 60 años sin esperar a que transcurran 50 o 60 años. Puedes experimentar en condiciones de laboratorio de simulación, evaluando las ‘inundaciones’ en un área sin que nadie tenga que ser evacuado. Te permite tomar decisiones importantes sin incurrir en los costos reales del problema”.
Durante años, los expertos en modelado del distrito han revisado la ciencia y las matemáticas en torno al aumento del nivel del mar y el cambio climático. Han revisado los modelos climáticos para determinar su aplicabilidad en la Florida, además de artículos y publicaciones técnicas que describen los factores que contribuyen al aumento del nivel del mar, como el deshielo en Groenlandia y la Antártida, la oscilación de las temperaturas de los océanos, las manchas solares y las tormentas repentinas.
Cómo maneja el distrito la incertidumbre
El distrito también ha colaborado con colegas de la región para lidiar con la incertidumbre que asedia el modelado de proyecciones del nivel del mar y otros efectos del cambio climático. Los cálculos del aumento del nivel del mar van de medio metro a dos metros, rango que dista de ser lo suficientemente específico como para facilitar la planificación, señala Owosina.
“Evitamos hacer predicciones”, señala. “En lugar de utilizar los modelos para predecir el aumento del nivel del mar, le hemos dado un giro al problema para observar la infraestructura de la que somos responsables y determinar cuál es el nivel del mar que torna ineficaz la infraestructura”.
“Luego puedes dejar de lado la incertidumbre y elegir un factor desencadenante y decir: ‘cuando llego a una cierta cifra de aumento, el sistema empieza a funcionar de forma ineficaz’”, explica Owosina. “Si toma diez años construir una infraestructura nueva, estableces un umbral y dices ‘antes de alcanzar ese nivel, empezaré a construir la infraestructura nueva’. Si los cálculos están errados, alcanzarás el umbral más rápido o más tarde”.
Comparación de costos y beneficios de todos los casos
El modelado puede ayudar a los planificadores del distrito o de los municipios asociados a comprender los beneficios a largo plazo de distintas estrategias de adaptación. Por ejemplo, señala Owosina, una ciudad podría ampliar sus canales o agregar bombas para aumentar la capacidad de descarga de las aguas que provienen de las inundaciones, una solución que podría contener la inundación y evitar carreteras dañadas durante cinco o diez años. Pero mejorar los caminos –si bien es más costoso– podría resultar un enfoque más eficiente y una solución a más largo plazo para que la circulación no se detenga en las próximas décadas.
“Cosas como esas son las que podemos evaluar con los modelos”, señala. “Podemos comparar los costos y beneficios de todos los casos y observar lo que puede ser más efectivo en 15 a 20 años, 50 años o la vida útil de algunos de los activos, que puede ser de 50 a 100 años”.
Trabajando con socios locales e internacionales
El programa de modelado del distrito empieza con una evaluación de la ciencia del clima, se sumerge en la planificación y resurge en una amplia gama de conversaciones con otros gobiernos y distritos locales. El SFWMD trabaja en estrecha colaboración con condados y municipios en todo el sur de la Florida, brindando asistencia técnica e información. El distrito también busca inspiración y conocimientos de los colegas de todo el mundo, observa Owosina.
“Trabajamos en estrecha colaboración con los holandeses”, señala. “Ellos tienen cientos de años de experiencia trabajando por debajo del nivel del mar. Y nosotros trabajamos en estrecha colaboración con los gobiernos locales en la financiación mediante subvenciones y otros proyectos”.
Esta cooperación local e internacional ha ofrecido tres reflexiones fundamentales, señala Owosina. “Necesitamos información de contexto, necesitamos conocer el estado actual de los activos y necesitamos planificar un futuro resiliente”.
Descargue la versión completa de este artículo y otros grandes relatos en Mission: Water