Criadero de peces logra óptimas condiciones del agua con bombas Flygt
En medio del Brezal de Luneburgo, lejos de cualquier masa de agua importante en el norte de Alemania, Heidefisch GmbH cría trucha arco iris y caviar de trucha. Dado el limitado ingreso de agua dulce en el área, la empresa se centra en la circulación y tratamiento permanente del agua. El concepto resultó ser exitoso: fue la primera granja acuícola en Alemania que logró la certificación del Consejo de Administración de la Acuicultura (ASC).
La más reciente expansión del negocio incluye un nuevo canal de crianza que incrementará la capacidad de producción en unas 150 toneladas por año. Estos peces exigentes, criados sin aditivos médicos, necesitan que el agua esté en constante movimiento para poder desarrollarse. De esto se encargan las bombas de la marca Flygt de Xylem: ofrecen una solución ganadora con alta eficiencia energética y confiabilidad, además de un excelente servicio.
Un negocio acuícola familiar en crecimiento
Con el cambio de siglo, la familia Winkelmann experimentó una transición, pasando de la producción agrícola y lechera a la acuicultura y la cría de peces.
“Al principio, la cría de peces era más un pasatiempo que otra cosa”, manifiesta el gerente de producción Stephan Winkelmann. “Hoy el panorama se ha invertido por completo, y las vacas y los campos ha pasado a ser nuestro pasatiempo”.
Anteriormente, Heidefisch GmbH tenía una capacidad de aproximadamente 650 toneladas de trucha arco iris y 50 a 60 toneladas de caviar de trucha por año. La nueva instalación aumenta la capacidad en 150 toneladas de peces por año, ayudando a cubrir los altos niveles de demanda. Heidefisch GmbH provee sus exquisiteces a clientes tan lejanos como Japón, lo que refleja la alta calidad de sus productos.
En el estanque nuevo, el agua fluye en un movimiento circular, ofreciendo a los peces un hábitat con corriente, necesario para esta especie. Dado que esto significa que la trucha arco iris tiene una tendencia gregaria, el criadero ha sido diseñado para albergar hasta 90 kg de peces por metro cúbico de agua; en otras palabras, alrededor de 45 peces por metro cúbico.
Garantizando un caudal constante para la circulación del agua
Para que el criadero se mantenga funcionando de forma segura, el agua debe estar en constante movimiento. Para ello, Heidefisch GmbH eligió bombas de la marca Flygt de Xylem.
“Su eficiencia energética es sencillamente la mejor”, señala Winkelmann. “Comparamos muchas bombas distintas y las bombas Flygt lograron los mejores resultados. Además, son confiables, tienen una vida útil larga y el servicio es excelente”.
Las bombas de Xylem funcionan sin interrupción detrás de un filtro de tambor que elimina los residuos del agua. Tras el filtrado inicial –una bomba propulsora Flygt 3127 transporta los sólidos suspendidos– el agua es separada. Una parte se traslada al biofiltro por acción de una bomba de hélice Flygt 4660. En la otra dirección, dos bombas serie 4660 transportan el agua a través de dos cascadas para enriquecerla de oxígeno.
Una característica particularmente útil es el mecanismo único de mantenimiento, que permite sacar las bombas del agua sobre la vara de soporte sin herramientas, para facilitar su inspección. Además, el diseño wide-hub (balancín ancho) garantiza su funcionamiento sin obstrucciones, lo que reduce el mantenimiento. Y si algo sucede, pueden cambiarse rápidamente y sin hacer un gran gasto: Xylem tiene una flota de equipo de alquiler (el más grande de Europa) que incluye todas las bombas que existen en el mercado, lo que le permite responder con la mayor celeridad posible.
Monitoreo cuidadoso del contenido de oxígeno durante la circulación
Cuando el agua ha caído por la rejilla metálica de la cascada y formado remolinos, en el siguiente paso tres bombas de columna Flygt serie 7020 empujan el agua debajo de un toldo de oxígeno artificial a una profundidad de cuatro metros, aumentando el contenido de oxígeno a 130%, antes de que retorne a la circulación. En la sección central del canal, una cuarta bomba Flygt 7020 agita el agua nuevamente en remolinos.
El agua recorre el ciclo completo en aproximadamente 25 minutos. El sistema se controla a través de sensores que monitorean varios aspectos, en especial el contenido de oxígeno del agua, así como el control de altura del filtro de tambor, de manera que el agua fluya constantemente al biofiltro.
Winkelmann pudo probar la nueva instalación utilizando un equipo de prueba proporcionado por Xylem. Al hacerlo, quedó claro que el calor añadido por las bombas sumergibles no constituye un factor problemático. Por el contrario, el calor es claramente compensado por los beneficios de esta instalación que ahorra espacio y el sistema compacto con pocas piezas móviles.
“Las bombas son parte del concepto global, por lo que era sumamente importante elegir la solución correcta”, señala Winkelmann. “Xylem nos apoyó desde el primer momento. Actualmente la estamos poniendo en funcionamiento, y estamos totalmente satisfechos”.