Xylem ha redactado un nuevo documento informativo que da a conocer el aumento de los daños por cavitación en las bombas, que suelen deberse a un diseño del sistema deficiente y a las presiones para la reducción de gastos durante el proceso de diseño. “Pump cavitation and how to avoid it” (La cavitación en las bombas y cómo evitarla) destaca los problemas de cavitación y, en particular, la necesidad de adoptar medidas preventivas durante la fase de diseño.
Según afirma Bob Went, experto en diseño de sistemas de bombeo de Xylem y autor de dicho documento: “Hemos observado un aumento significativo de los problemas de cavitación durante los últimos cinco años, debido fundamentalmente a un diseño deficiente del sistema de bombeo y al desconocimiento de las causas que provocan la cavitación”.
“En la actualidad, se exige a los ingenieros del sector hidráulico que controlen una amplia variedad de tecnologías muy diversas y, en consecuencia, resulta poco práctico para ellos especializarse en cualquier área, como el diseño de sistemas y los problemas de cavitación”, asegura Went. “Como resultado, se ha producido un aumento de los problemas relacionados con la cavitación, a pesar de que se trata de un fenómeno muy antiguo”.
La cavitación se produce cuando el líquido de una bomba se convierte en burbujas de vapor a baja presión. Esas burbujas comienzan a implosionar creando una onda de presión que golpea el rodete, lo que genera una vibración en la bomba y provoca un daño mecánico que, en último término, dará como resultado un fallo en la bomba.
“Me preocupa especialmente el aumento del número de instalaciones en las que los problemas de cavitación en las bombas, como la vibración, son graves y pueden provocar daños mecánicos en las mismas. Los problemas relacionados con la cavitación también reducen potencialmente la vida de la bomba en unos 10–15 años, llegando incluso a limitarla hasta los dos años de vida en algunos casos”.
Went afirma que muy a menudo se atribuye la culpa a la propia bomba. “Los problemas en los sistemas de bombeo, incluyendo, entre otros muchos, la cavitación, suelen manifestarse en las bombas, si bien muy rara vez son éstas las que los provocan. De hecho, nueve de cada diez problemas en las bombas no están provocados por las propias bombas, sino por problemas como la cavitación, un diseño defectuoso del sistema, falta de mantenimiento, etc.”.
Y continúa: “Es fundamental contar con un buen diseño del sistema. La cavitación es fácil de evitar durante la etapa de diseño pero, una vez que la instalación esté en funcionamiento, arreglarla puede resultar muy difícil y costoso. Se ha registrado un aumento en el número de proyectos en los que se ha colocado una bomba nueva en una instalación anterior, sin prestar la atención adecuada a los problemas de cavitación. Esto se podría evitar asegurándose de que la presión de succión disponible es suficiente”.
“En lugar de realizar algunas modificaciones sencillas en el diseño, como emplear tubos de un diámetro mayor o retirar cemento para colocar la bomba a un nivel inferior, las presiones para reducir costes pueden empujar a los ingenieros a tomar las decisiones equivocadas, lo que, en última instancia, reduciría la vida útil de la bomba”.
De este modo, concluye que: “Recomendaría a los usuarios de las bombas que contaran con los servicios de expertos en bombas durante la fase de diseño. Existe una amplia variedad de opciones disponibles para evitar los problemas de cavitación, pero estos deben abordarse al principio, y no como una rectificación. Un pequeño gasto adicional durante la fase de diseño puede ahorrarle mucho trabajo o una inversión aún mayor para su posterior corrección”.
Puede descargarse aquí el documento informativo “Pump cavitation and how to avoid it” (en inglés).