Cuando la mayoría de nosotros se olvida de regar una planta, no sucede nada verdaderamente increíble. Para Sureeporn Triphetprapa, este hecho le condujo a una idea que le llevó a recorrer todo el camino desde el sur de Tailandia hasta Suecia, donde ella y sus compañeras ganaron el Premio Junior del Agua de Estocolmo.
“Cuando nos pusimos a pensar en ideas para nuestro proyecto, nuestro profesor nos recomendó observar nuestro medio ambiente”, señala Triphetprapa. “Noté que aunque no había regado mi planta Bromelia, no se había muerto”.
¿Por qué la planta no murió? Ella y sus compañeras, Thidarat Phianchat y Kanjana Komkla, investigaron sobre la planta Bromelia en Internet para conocer su secreto. Descubrieron que la planta utiliza sus hojas para acumular humedad del aire, que luego lleva a una zona similar a una copa en su parte central. Esto permite que la planta sea capaz de sobrevivir largos períodos de sequía.
El equipo de investigación, tres alumnas de undécimo grado del sur de Tailandia, decidió comprobar si podía usar el diseño de la planta para ayudar a los agricultores a combatir las sequías.
“En primer lugar, teníamos que decidir de qué material fabricar nuestro dispositivo”, señala Triphetprapa. “Investigamos en Internet y descubrimos que el aluminio tiene una baja capacidad térmica. Esto significa que se mantiene más fresco que otros materiales y que acumula más condensación”.
El equipo construyó su propia planta de bromelia artificial, en aluminio, para comprobar si ayudaría a los agricultores de árboles de caucho locales. En la provincia de Surat Thani, de donde provienen las alumnas, las plantaciones de árboles de caucho y coco constituyen parte importante de la economía.
De hecho, Tailandia es el mayor productor de caucho natural del mundo, con una producción de más de 3,6 millones de toneladas de caucho natural por año. El caucho se elabora del látex que gotea de los árboles de caucho.
Las estudiantes tailandesas empezaron a probar su dispositivo con cientos de agricultores. El dispositivo se colocó en la tierra, cerca de los árboles de caucho, con la esperanza de que incrementara la humedad del suelo. Los resultados fueron impresionantes.
“Con el dispositivo, el suelo tuvo 17% más humedad que con los árboles sin el dispositivo”, declara Triphetprapa. “Los árboles con el dispositivo produjeron 57% más látex”.
Ya que el dispositivo les costaría a los agricultores menos de un dólar, se amortizaría en unos cuantos días. El dispositivo hizo que las estudiantes ganaran el Premio Junior del Agua en Tailandia, y posteriormente la competencia internacional en Estocolmo.
“Estábamos realmente emocionadas y contentas de haber ganado el premio Estocolmo”, dice Triphetprapa. “Ahora mi deseo es expandir nuestro proyecto en una escala mayor. Utilizaré nuestro dispositivo para mitigar la pobreza en nuestra comunidad”.
Fotógrafo: Jonas Borg